Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
ópera

'Pic-nic' de etiqueta

El festival de ópera de Glyndebourne tiene su inusual escenario en las verdes praderas de East Sussex (sur de Inglaterra), como depositario de las más rancias tradiciones de la aristocracia del campo que se empeña en perpetuar los más rígidos códigos de etiqueta.

Pero no todo es apariencia porque, por mucho que se empeñen sus críticos, su programación brilla con su regular repertorio de obras barrocas -Mozart y Händel-, punteado de apuestas más arriesgadas. De esa última vocación se nutre el estreno mundial de Del amor y otros demonios, ópera en dos actos que toma como inspiración la novela de Gabriel García Márquez.

Decidirse por esta convocatoria estival que se perpetúa desde 1934 ya es de por sí una aventura. El terrateniente John Christie levantó el teatro junto a su mansión, en una excentricidad que su descendencia contribuyó a convertir en una propuesta operística de calidad. El entorno apenas ha cambiado y los espectadores llegan ataviados con sus mejores galas y la preceptiva cesta de pic-nic. Porque en Glyndebourne, el descanso entre actos se demora una hora y media para que el público se deleite tanto con la función como con el bucólico paisaje que se extiende frente al teatro, ovejas incluidas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de agosto de 2008