El pasaje del Pitiusa Nova, de la empresa Iscomar, seguía ayer aguardando en Dénia para embarcar a Formentera. Unas 200 personas, algunas de las cuales pasaron la noche en la calle, se han visto afectadas por la suspensión del trayecto que tenía previsto partir el sábado a las 16 horas rumbo a Formentera. El Ministerio de Fomento denegó el permiso para la salida tras no superar el buque una inspección sorpresa.
Los viajeros han presentado reclamaciones en el puerto y denuncias en los juzgados. Efe no ha podido contactar con ningún portavoz de Iscomar, pero algunos de los afectados han explicado que la compañía les ha informado de que no puede llevarles hasta la isla y que, a cambio, les ha ofrecido reembolsarles el dinero o acomodarles en el barco que zarpaba anoche.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 11 de agosto de 2008