La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) inició ayer una liberación de caudales del pantano de Rialb programada dentro del plan de puesta en carga del embalse, que tras este vaciado entrará en la fase final previa a su explotación, aunque con cuatro años de retraso. La sequía registrada en los últimos años lo ha impedido hasta ahora.
Tras permanecer dos meses estabilizado en 280 hectómetros, cantidad a la que se consiguió llegar gracias a las lluvias caídas a principios de verano, por fin se ha podido seguir adelante con el programa de llenado y vaciado, destinado a comprobar la estabilidad y resistencia de la presa. Para ello, durante los próximos 20 días se liberarán un mínimo de 55 metros cúbicos por segundo hasta conseguir que pierda 80 hectómetros.
Una vez que se hayan realizado todas las operaciones se empezará su explotación normal. El embalse, construido en 1999, lleva en periodo de prueba desde el año 2000, pero las bajas aportaciones que ha recibido durante los últimos tres años a causa de la sequía habían impedido a la CHE seguir adelante con el programa de llenado, que sigue un estricto plan de seguridad fijado por ley para evitar roturas una vez esté funcionando.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de agosto de 2008