La directiva del Barça, presidida por Joan Laporta, presentó en el registro del Ayuntamiento el 30 de junio una solicitud de reforma urbanística del área del Camp Nou que incumple los mínimos razonables exigidos por el Consistorio. Tras meses de silencio sobre el proyecto, la junta decidió el último día de la temporada cursar la petición oficial con la finalidad de no bloquear el plan. La moción de censura se celebraba el 6 de julio y la junta sabía que en caso de perderla, la comisión gestora no habría podido tramitar la solicitud.
La documentación es casi un compendio de los temas abordados en las reuniones entre el Ayuntamiento y el club sin extenderse en aspectos como, por ejemplo, la movilidad urbana, una de las prioridades vecinales, o los equipamientos. El volumen de información es tan escaso que, según fuentes municipales, no se corresponde con la que suele presentar quien aspira a la reforma del Plan General Metropolitano (PGM). Ramón García-Bragado, teniente de alcalde de Urbanismo, dijo recientemente en una entrevista a este diario que la documentación era muy incompleta.
El Ayuntamiento ha citado a los vecinos el 30 de septiembre y luego retomará las conversaciones con el Barça, enfrascado en la previa de la Champions y en la asamblea de compromisarios en la que Laporta aspira a ser ratificado para cumplir su mandato hasta 2010. Pero el proyecto se prevé a largo plazo y difícilmente las obras empezarán en 2009.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de agosto de 2008