La natación española sufrió un duro varapalo en la jornada de ayer, dando más argumentos al debate que trata de averiguar la falta de progresión en este deporte. Aschwin Wildeboer, que al menos había conseguido disputar una final (100m espalda; fue séptimo), ni siquiera participó ayer en los 200m espalda, aquejado de un resfriado, según dijo la federación. La jornada empezaba mal y continuó aún peor. Mireia Belmonte, otra de las nadadoras con más futuro del equipo español, sucumbió hasta el puesto 24 en los 200m braza, un lugar que no está a la altura de sus posibilidades ni de sus expectativas.
Las cosas no se enderezaron después. Brenton Cabello se fue aún más abajo, concluyendo el 33º en la prueba de 200m estilos. La jornada se cerró con el relevo femenino de 4x200m libre, que alcanzó el 14º puesto.
Ciertamente, los 200 metros no parece la distancia que más les gusta a los nadadores españoles, que aumentaron el pesimismo en esta disciplina olímpica en la que parece que el tiempo se ha detenido desde hace muchos años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de agosto de 2008