La crisis económica
Estados Unidos, origen y epicentro de la sacudida financiera que castiga los mercados desde hace ya un año, no tiene enormes problemas; puede que sus bancos estén al borde del ataque de nervios, pero la primera economía del mundo capea bien el temporal.
El diagnóstico del paciente español es malo. Sin paliativos. Su riqueza ha crecido en el último año un 1,8%, nueve décimas menos que tres meses antes. Las cifras publicadas ayer por el INE son todavía más sangrantes si se ciñen al segundo trimestre del año, cuando el PIB aumentó un magro 0,1% respecto del primero.
La economía está en sus horas más bajas desde la recesión de 1993, pero el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, alabó ayer, pocas horas después de que la estadística confirmara el parón, su "capacidad de crecimiento". Y pudo hacerlo porque otras estadísticas, las de la economía europea, vinieron en su auxilio.
El Consejo de Ministros celebrado ayer había concitado mucha expectación. En el tercer arreón del Ejecutivo contra la crisis económica escasearon las novedades, pero no los compromisos. El plan de acción que detalló el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, someterá a un duro examen la maquinaria de la Administración central.
"Refrito de medidas conocidas y desafortunadas". Son las palabras del responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, para referirse a las 24 acciones del Gobierno contra la crisis. "Es una situación preocupante; se le puede hacer frente, pero no con medidas que se han mostrado ineficaces".
La aerolínea irlandesa de bajo coste Ryanair no da marcha atrás. A partir del 25 de agosto no aceptará reservas efectuadas a través de ningún sitio de Internet que no sea el suyo, con independencia de cuándo se haya realizado la compra. La directora de ventas de la firma, Sinead Finn, acusó ayer a los portales de violar su copyright y cobrar hasta un 200% más por los billetes.