Quienes pretendan participar esta noche en las barbacoas que cada verano se celebran en las playas de Cádiz lo tendrán difícil para hacerse con un buen sitio. Por primera vez, Ayuntamiento de Cádiz y Demarcación de Costas han acordado que la fiesta quede reducida a los dos kilómetros comprendidos entre los módulos uno y seis de la playa Victoria, además del espacio de la playa de la Caleta. El resto del litoral gaditano quedará cerrado a la concentración. Es casi la mitad del espacio que cada agosto, con motivo de la final del Trofeo Carranza, ocupaban las barbacoas.
Cautela policial
La medida ha recibido críticas por varios frentes. La Policía Local de Cádiz cree que concentrar a todos los participantes en un área tan reducida puede provocar cierto caos en la fiesta. "Supongo que los técnicos o políticos que hayan tomado la decisión lo habrán estudiado bien. Lo cierto es que lo que antes se hacía en un espacio ahora se hará en la mitad y, como haya mucho público, evidentemente puede haber más fricciones, más enfrentamientos y más problemas", señala Francisco Rama, secretario del Sindicato de la Policía Local.
Hace dos años se llegaron a reunir en la playa 170.000 personas en la noche del Carranza. La última fiesta supuso una excepción a la regla: sólo se registraron 55.000 asistentes, porque las barbacoas coincidieron con un día laborable. Hoy, sin embargo, las estimaciones son más altas -unas 120.000 personas según el Ayuntamiento-, ya que la cita tiene lugar en un puente, lo que favorecerá la llegada de personas de otras poblaciones. Renfe incluso ha habilitado trenes especiales para esta noche, pese a las peticiones de la alcaldesa gaditana, Teófila Martínez, quien había solicitado a la empresa de transportes que no aumentara el servicio para evitar aglomeraciones.
Otros colectivos también han mostrado su descontento. Los grupos ecologistas repiten cada año los daños medioambientales que sufren la arena y el agua después de las barbacoas. La Federación de Consumidores y Usuarios, Facua Cádiz, ha acusado a las Administraciones de "falta de coraje" por adoptar una medida que, según su secretario, Jesús Yesa, es insuficiente para solucionar el problema del impacto en la playa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de agosto de 2008