Con idea de crear opinión entre la población sobre la nueva financiación autonómica, y la solidaridad entre regiones, se van destilando noticias de fuerte carácter demagógico en los medios de comunicación.
Como ejemplo apareció la noticia de que en Andalucía se había aprobado para el próximo año la gratuidad total de los medicamentos recetados a los menores de cinco años, es decir, la comunidad autónoma se hacía cargo de la parte no subvencionada por la Seguridad Social, el coste de esta medida para un año era de dos millones de euros. Como coletilla a la noticia se decía que era un ejemplo de las coberturas que comunidades autónomas "pobres" tenían en comparación con las "solidarias".
Yo les puedo dar más ejemplos, la gratuidad de los libros de texto, o las subvenciones al comedor y a las actividades extraescolares, medidas todas ellas de un coste económico similar. Creo que el coste es mínimo para el beneficio que obtienen muchas familias. El problema de la financiación no es su importe, sino en qué se gasta.
Y yo como catalán me pregunto ¿cuánto nos cuesta las embajadas que la Generalitat está abriendo por Europa? Y el último despliegue de la policía autonómica para buscar a un señor que no había pagado la cuenta del restaurante, o subvencionar a las selecciones deportivas catalanas (dos millones en este ejercicio). Cada uno con su dinero se administra como quiere: en Cataluña no nos podemos ir de vacaciones y luego quejarnos de que no tenemos dinero para comprar los libros en septiembre al niño; hay otros que no se van de vacaciones pero sus hijos sí tendrán libros, es cuestión de prioridades.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de agosto de 2008