La Aste Nagusia de 2008 comienza hoy bajo el peso de un doble aniversario. Se conmemoran los 25 años de las inundaciones que acabaron con la semana de fiestas y arrasaron el Casco Viejo en el nefasto año de 1983 y su recuerdo ensombrece el 30º cumpleaños de las propias fiestas, del nacimiento de la celebración popular de la Semana Grande de Bilbao y de su símbolo, Marijaia. En las tres décadas transcurridas desde entonces Bilbao ha cambiado mucho y sus fiestas también. Quedan las txosnas y el jolgorio de madrugada en el Arenal, la propia Marijaia, cuyo nacimiento ha rememorado para EL PAÍS su creadora, Mari Puri Herrero; las comparsas, las corridas de toros y los fuegos artificiales, pero el ambiente de fiesta se ha extendido a otros espacios de toda la ciudad.
El programa festivo suma este año 350 actos gratuitos a lo largo de nueve días, incluidos conciertos todas las noches de las fiestas en ocho escenarios, teatro de calle, entretenimiento para los niños y pruebas deportivas. "Recordemos lo que pasó, pero disfrutemos de la fiesta", dice el alcalde, Iñaki Azkuna, en su pregón.
Una exposición en el Mercado del Ensanche recoge las imágenes del Bilbao anegado y el próximo jueves el Ayuntamiento tributará un homenaje a los voluntarios que trabajaron en las labores de emergencia tras la catástrofe.
El calendario marca que la fiesta comience esta tarde con el txupinazo en la balconada del Arriaga, con el cocinero Aitor Elizegi como pregonero y la comparsera Isabel Isazelaia como txupinera. Ayer Azkuna, repitió su tradicional visita a la Basílica de Begoña de cada 15 de agosto. El alcalde no bailó el aurresku en honor a la virgen de Begoña, pero reconoció que le había pedido ayuda para afrontar la crisis, paz y pluralidad para Bilbao.
Entre tantos recuerdos y el disfrute del presente, la huelga convocada por los trabajadores de Bilbobus se puede convertir en la cara negativa de esta Aste Nagusia. Si una reunión de última hora no lo remedia, no habrá autobuses urbanos del 21 al 23 próximos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de agosto de 2008