La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Meco luce en todo su esplendor seis obras del siglo XVI. Pertenecen al retablo original de la iglesia, dedicado a la vida de Cristo, que fue realizado por el pintor toledano Juan Correa de Vivar. El pasado 17 de julio fueron declaradas Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, y de esta forma han adquirido la protección máxima que confiere la Ley de Patrimonio Histórico de la Comunidad.
Las tablas atribuidas a Juan Correa de Vivar fueron descubiertas en 1950. Reflejan cuatro episodios correspondientes al ciclo de la infancia de Jesús (Anunciación; Visitación; Adoración de los pastores y Epifanía o Adoración de los Magos) y dos episodios del ciclo de la Pasión (Cristo camino del Calvario y Llanto sobre Cristo muerto).
Durante la época en la que realizó el retablo de Meco (entre 1537 y 1539), Correa crea otros más: para el convento de Clarisas de Griñón, para el monasterio de Guisando en Ávila (hoy en el Museo del Prado y en el Museo de Santa Cruz de Toledo), y para la iglesia parroquial de Mora en Toledo.
Juan Correa de Vivar (1510-1566) fue el pintor de la nobleza toledana, muy relacionado con los duques de Maqueda, los marqueses de Mondéjar, la familia Mendoza y la familia Rojas, así como con la Iglesia, especialmente con los arzobispos Fonseca y Tavera. Con la Corte también mantuvo una estrecha relación y realizó obras para Carlos V, entre ellas un retrato.
Juan Correa de Vivar se formó con el pintor Juan de Borgoña y fue quien introdujo las formas renacentistas en la pintura toledana. En la evolución de su obra incorporó modelos próximos a Leonardo y sus discípulos. Se conservan trabajos suyos en Toledo, Madrid, Guadalajara y Extremadura. Sus obras pueden verse asimismo en museos y colecciones dentro y fuera de España.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de agosto de 2008