Catástrofe aérea en Madrid
MÁS DE 150 MUERTOS EN LA MAYOR TRAGEDIA DE LA AVIACIÓN CIVIL EN BARAJAS
El vuelo JK 5022 de Spanair que ayer cubría la ruta entre Madrid y Las Palmas de Gran Canaria tuvo problemas desde el inicio. El piloto abortó un primer despegue y el avión fue revisado. Pero una hora después volvió a pista. Sin embargo, algo volvió a fallar en un motor cuando tomaba altura y cayó causando un incendio.
EL PAÍS | Madrid
Familiares de los 19 supervivientes del siniestro buscan desesperados a los heridos en seis hospitales de la capital - Tres niños, uno de ellos leve, escaparon de la tragedia
ORIOL GÜELL | Madrid
Relato de Ligia, una médica del Samur que se salvó de la catástrofe
El Pabellón de Muestras número 6 de Ifema volvió a convertirse, cuatro años después del 11-M, en el tanatorio de las grandes tragedias. A las 19.17 entraba en este recinto ferial la primera furgoneta de los Servicios Funerarios. A partir de ese momento, el goteo de vehículos mortuorios no cesó.
ELENA G. SEVILLANO / Á. DE CÓZAR | Madrid
Los testigos cuentan cómo el aparato apuró el despegue y, ya en el aire, se le incendió una turbina
Poco antes de que el MD-82 de Spanair se estrellase y ardiese, el piloto, Antonio Luna, un mallorquín con mucha experiencia según algunos compañeros, decidió reclamar la asistencia de los mecánicos al notar algún fallo, aún no aclarado.
El accidente del MD-82 es la última de una serie de problemas de distinta índole que han tenido a Spanair, la segunda compañía española en número de pasajeros, en el ojo del huracán durante el último año. Con los malos resultados económicos encima de la mesa, el grupo nórdico SAS, dueño de Spanair, puso en venta la compañía hace ahora 14 meses.
JESÚS DUVA | Madrid
Los de mayor mortalidad fueron los de Los Rodeos, Mejorada del Campo, el monte Oiz y el de Barajas en 1983
Barajas no sólo es un aeropuerto de destino, o de partida, también es un gran centro de conexiones. Por ello, dos horas de interrupción en un aeródromo como el de Madrid, el cuarto de Europa, tiene un efecto dominó y se traduce en cancelaciones y retrasos en los aeropuertos de gran parte del mundo.
El Gobierno ha pasado unos días difíciles, pero ya respira. Aún no ha solucionado el conflicto de la financiación autonómica, pero, al menos, ha mejorado su posición porque asiste al enfrentamiento de todos los partidos entre sí, especialmente los catalanes.