A Ervigio Corral, director del Samur, el rescate le recordó al 11-M. Estuvo ayer cuatro horas en el lugar del siniestro y participó directamente en las labores de rescate. Cuando salió de allí hacía este recuento: "El avión estaba tan destrozado que sólo era reconocible la cola, había una dispersión enorme de cadáveres mientras los heridos estaban todos concentrados en una zona". Entre los muertos y los heridos había bastantes niños, el rescate ha sido muy lastimoso por las condiciones de los cuerpos de estas personas. Era casi imposible que hubiera supervivientes.
Miguel Ángel, jefe de bomberos de la unidad que primero llegó al siniestro, contó su experiencia a la cadena SER: "Ha sido muy duro. Ha caído en una zona de arroyo y arbolado y hemos rescatado a todas las víctimas que hemos podido. No, del avión no hemos sacado a nadie. Hemos logrado salvar a unas veintitantas personas".
El hermano de un pasajero del avión siniestrado habló ayer desde Las Palmas en la cadena Cuatro: "En la sala que han puesto para los familiares te derrumbas. Estamos viendo que no hay noticias, que primero eran siete muertos, luego ocho, después 40, luego 50 y ahora muchos más... Yo le he llamado varias veces al teléfono móvil y no contesta...".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 21 de agosto de 2008