Valladolid. ¿Pavos reales en Valladolid? Ése es uno de los misterios de esta ciudad castellana. ¿Quién los trajo?, ¿desde cuándo pasean por los paseos de El Campo Grande, su parque más bonito? En las monedas romanas designaban la consagración de las princesas y, para los cristianos, eran un símbolo del alma incorruptible. Pero son altivos y poco sociables y, si no te andas con ojo, te pueden arrear un buen picotazo. Es decir, que no hay forma de entender lo que quieren, ni por qué los niños no pueden dejar de mirarlos; como, por otra parte, pasa con casi todo. Os envío esta postal, con pavo incluido.
Gustavo Martín Garzo es escritor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de agosto de 2008