Un terrorista suicida mató ayer a 25 personas, entre ellas mujeres y niños, que celebraban un banquete en el distrito suní de Abu Ghraib, al oeste de Bagdad, según la policía. El atentado, el mayor que se produce en semanas, se produjo en la casa de un jefe local, para celebrar la liberación de su hijo, detenido por el Ejército de EE UU.
Entre las víctimas del atentado, que causó además una treintena de heridos, se encontraban algunos hombres que supuestamente formaban parte de los grupos suníes de oposición a Al Qaeda, respaldados y financiados por EE UU. Los terroristas, también suníes, utilizan con frecuencia atentados suicidas contra estos grupos, surgidos hace dos años.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de agosto de 2008