De pequeñas dimensiones y escasa población -tan solo 1.200 habitantes- , pocas localidades se pueden comparar con Siete Aguas en historias por metro cuadrado.
Para empezar, debido a su clima frío, en Siete Aguas, se elabora el único vino Albariño fuera de Galicia. La artesanía de esta localidad valenciana es así, de rápido consumo. Y es que además del Albariño, están sus embutidos artesanales; las morcillas de cebolla y los sanguigordos, y sus recetas de repostería, que se remontan casi al medievo: rollos de San Blas o las tortas de nueces y pasas.
Pero si no nos podemos llevar de Siete Aguas una figurita de cerámica, es importante saber que el séquito del Cid Campeador escogió este lugar para descansarla tras muerte del de la Barbas Floridas, en su regreso a Castilla.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de agosto de 2008