La reforma del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que hoy entra en vigor, elimina la tributación del 90% de las herencias gallegas, entre las que se encuentran la vivienda habitual, uno de los elementos con más presencia en los patrimonios de los gallegos.
La Consellería de Economía e Facenda, que dirige el socialista José Ramón Fernández Antonio, subraya que la nueva ley beneficiará "significativamente" a los pequeños y medianos patrimonios familiares ya que se basa en un tratamiento "muy favorable" para los dos elementos más habituales, la vivienda y la empresa familiar.
Así, la nueva normativa elimina la tributación de la vivienda habitual para el cónyuge con un límite de 600.000 euros, se reduce hasta en un 99% para los hijos y disminuye para los herederos jóvenes de menos de 25 años.
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Entre otras medidas, la reforma que hoy entra en vigor incluye la eliminación "prácticamente" completa del impuesto para las pequeñas y medianas empresas, para las empresas familiares -entendiendo por tales aquellas en las que exista hasta el cuarto grado de parentesco-, para las explotaciones agrarias y para las porciones hereditarias inferiores a los 125.000 euros.
Asimismo, se incluye la equiparación de la fiscalidad de las parejas de hecho a la de los matrimonios, y se elimina el tributo a las personas con discapacidad superior al 65% o a las personas en situación de dependencia severa. También se amplía el límite de las donaciones recibidas para la adquisición de la vivienda habitual para las mujeres que son víctimas de la violencia de género.
De esta forma, subraya la Consellería de Economía, Galicia se sitúa en una "posición competitiva" respecto de su entorno, ya que se encuentra en la "banda baja" de los países europeos en cuanto a este tributo. Además, según la Xunta, la nueva ley permite disponer de un impuesto "más justo y equitativo" acorde con los cambios sociales.
En el ámbito empresarial, el departamento que dirige José Ramón Fernández Antonio considera que la reforma "impulsa la dinamización de la economía gallega" y supone un "incremento" de la competitividad y de apoyo a actividad de las empresas ya que "facilita" la continuidad de las empresas familiares en los procesos de sucesión.
La Xunta sitúa la reforma impositiva en el marco de las medidas adoptadas para paliar los efectos de la crisis económica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 1 de septiembre de 2008