"¡Lo hemos visto! ¡Los 262 pasajeros hemos visto la ventana rota de la cabina!", decía ayer el italiano Joan Peinetti desde el aeropuerto de Barajas, tras vivir en primera persona un aterrizaje de emergencia. "El avión tenía que haber salido a las doce de la mañana de Fuerteventura con destino Milán, y ha salido a las cinco de la tarde sin explicación alguna", contaba por teléfono. Según la agencia Efe, el vuelo de la compañía italiana Volare que efectuaba el trayecto Fuerteventura-Milán aterrizó anoche en el aeropuerto de Barajas tras agrietarse una de las ventanillas de la cabina de pasajeros. El aeropuerto activó la alerta local, pero la aeronave tomó tierra sin problemas. El avión, un Boeing 767, aterrizó sobre las nueve de la noche, tras la rotura de una de las ventanillas centrales del lado izquierdo de la cabina. Tres horas después, Peinetti y el resto del pasaje, "incluidos niños", seguían por los pasillos del aeropuerto sin información acerca de su futuro inmediato.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 2 de septiembre de 2008