El frenazo que sufre el mercado del automóvil y la continua fuga de producción a países con mano de obra más barata pasó ayer de nuevo factura a los trabajadores de la industria auxiliar.
La firma estadounidense Tyco, que fabrica componentes para coches, anunció ayer un plan para recortar 213 de sus 642 empleos en Cataluña. Tyco quiere cerrar su fábrica del municipio barcelonés de Berga, recortar 69 puestos en Montcada y 23 de su oficina en Barcelona. La producción se trasladará a otros países, sobre todo Hungría y República Checa. También pondrá a la venta la planta de Valls.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de septiembre de 2008