Existen claras diferencias en cómo los inversores están respondiendo a la escasez de crédito. Aquellos inversores procedentes de mercados emergentes como China, India y Emiratos Árabes Unidos se muestran más proclives a incrementar el nivel de riesgo en sus carteras, mientras que los ahorradores en los mercados más desarrollados como España, Reino Unido e Italia prefieren apostar por una mayor cautela en sus estrategias. Esta es la principal conclusión de una encuesta global realizada por Barclays Wealth entre 2.300 personas poseedoras de altos patrimonios.
En los mercados desarrollados, cuyos índices bursátiles han registrado un comportamiento negativo en los últimos meses, los encuestados dicen que piensan aumentar el peso del efectivo en sus carteras debido al entorno de incertidumbre actual. Esta tendencia es especialmente importante en Australia (el 61% de los encuestados), Estados Unidos (51%) y Reino Unido (49%).
La aversión al riesgo es menor en los países emergentes, según Barclays
"Aunque muchos consideren que refugiarse en el efectivo es una solución obvia, los expertos advierten que no se trata necesariamente de la medida más beneficiosa a largo plazo", recuerda el estudio de la entidad británica.
Además de la procedencia geográfica, la edad es otro factor que influye en las estrategias de inversión. El 51% de los encuestados con menos de 50 años aseguran que tienen previsto aumentar su asignación de liquidez frente al 41% en aquellas personas mayores de 50 años. "La experiencia que tienen de haber invertido durante ciclos económicos anteriores permite a las generaciones más mayores sentir menos nerviosismo frente a la volatilidad", explican desde Barclays Wealth.
Otro punto donde se distinguen dos tendencias diferenciadas tiene que ver con la inversión inmobiliaria. Los inversores en los mercados emergentes, como Asia y Europa del Este, prevén aumentar su asignación de activos a bienes inmobiliarios mientras que los países desarrollados están perdiendo su confianza en el ladrillo tras la desaceleración en el precio de las viviendas. Casi una quinta parte de los inversores en países OCDE pretenden disminuir su inversión inmobiliaria, en particular aquellos radicados en España (29%) y Reino Unido (22%).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de septiembre de 2008