Casi nada en política es lo que parece. Miguel Sanz y Mariano Rajoy comparecieron ayer juntos y se dejaron fotografiar muy sonrientes en Pamplona. En todo momento cuidaron sus palabras para transmitir a la opinión pública la idea de que no hay ninguna crisis entre ellos. "El pacto UPN-PP goza de buena salud", insistieron.
Pero a puerta cerrada, en la reunión que ambos mantuvieron con sendas delegaciones, las cosas fueron bien distintas. Rajoy abrió conciliador: "Cualquier problema que tengamos hay que hablarlo". Sanz fue, como acostumbra, muy claro y muy dramático. Vino a decir, según varios de los presentes, que la situación en Navarra es muy difícil porque él está en manos del PSOE. "Me pueden obligar a convocar elecciones anticipadas cuando quieran", llegó a decir textualmente.
Y es ahí donde, de forma mucho más cruda que en la rueda de prensa, dejó claro que lo que él había planteado el domingo en Diario de Navarra -la posibilidad de que UPN pacte con el PSOE los Presupuestos Generales a cambio de que el PSN apoye las cuentas navarras- "es una baza que no se puede descartar".
Rajoy, que abrumó a Sanz al acudir a Pamplona con un séquito de lujo -Dolores de Cospedal, Soraya Sáenz de Santamaría, Javier Arenas, que bromeó con el líder de UPN sobre su cruce de declaraciones, y Ana Mato- insistió, según las mismas fuentes, en el tono conciliador. "Siempre hemos resuelto nuestros problemas". Después de la de arena, Sanz dio la de cal y concedió que está dispuesto a dejar que sea el PP el que negocie conjuntamente con UPN los ocho puntos que más le interesan -entre ellos, apoyo a la industria de la energía renovable o el AVE navarro-.
Ambos pactaron salir a los medios con un mensaje conciliador, aunque Sanz insistió en que no retira sus palabras del domingo. UPN, explicó, es un partido "autónomo" que está "abierto a negociar con el PSOE". Eso sí, ayer añadió que esa autonomía es compatible con la "responsabilidad" para cumplir el pacto con el PP.
Pese a la crudeza de la reunión, algunos dirigentes del PP confían en que al final UPN votará contra el PSOE. Entre otras cosas, porque Sanz no tendría a todo el partido detrás si quisiera romper con el PP. Los dos diputados de UPN en el Congreso, por ejemplo, parecen mucho más dispuestos a votar con los populares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de septiembre de 2008