Nos cuenta Rosa Montero en EL PAÍS de ayer que dos amigas suyas casadas, madres de dos hijas mellizas, "se pasaron meses escogiendo centro" donde escolarizarlas y acabaron eligiendo el SEK El Castillo. Allí, después de haberles comunicado que tenían plaza al formalizar la inscripción y ver lo legal de su matrimonio, les dijeron que no la tenían y que les pondrían en su lista de espera, donde "esperaran sentadas".
Esas dos profesionales de éxito debían de vivir en las nubes; es vox Dei que el SEK, y tantos otros centros docentes de la Comunidad de Madrid, son eso. Si quieren escolarizar a sus hijas en una institución con buenos profesionales, con una ética decente y garantías de que no discriminan a nadie, deberían elegir un colegio público. Pero deberán darse prisa; doña Esperanza Aguirre acabará con todos en Madrid en poco tiempo como siga ganando las elecciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de septiembre de 2008