El obispo de San Sebastián, Juan María Uriarte, advirtió ayer de lo que concibe como un "debilitamiento de la ética" en la sociedad actual, lo que le llevó a afirmar que "el vacío ético crea depredadores en la economía, oportunistas en la política, impositivos en la cultura, perplejos en la educación, superficiales e insinceros en la religión".
Uriarte celebró la eucaristía en el santuario de Arantzazu, en Oñati, con motivo de la festividad de la patrona de Guipúzcoa. El acto contó con la asistencia del lehendakari, Juan José Ibarretxe; el diputado general de la provincia, Markel Olano, y la presidenta de las Juntas, Rafaela Romero, entre otras autoridades.
En su homilía, el prelado también destacó que "nadie" está en posesión de "la verdad plena", por lo que emplazó a "aproximarse" a ella a través del "diálogo y el contraste". "Quien niega el diálogo cierra el camino a la verdad", apuntó. Además, aseguró que "hoy la verdad resulta muchas veces perdedora por intereses o por dogmatismos".
Tras el aurresku de bienvenida y el saludo entre las autoridades, un grupo de familiares de presos de ETA que se situó junto a la entrada al templo comenzó a corear consignas a favor del traslado de los reclusos a Euskadi cuando la comitiva oficial se dirigía al interior del santuario.
Por otro lado, representantes del colectivo de familiares de presos de ETA Etxerat protagonizaron una protesta la sede central del Gobierno vasco, en Vitoria, por la prohibición por parte del Departamento de Interior de la manifestación que habían convocado para el próximo domingo en San Sebastián. Los miembros de Etxerat aprovecharon para entregar en el Registro General del Gobierno un escrito en el que denuncian la situación de los presos etarras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de septiembre de 2008