Tartessos, Baetis, Río de Córdoba, Río Grande, Wadalkabir... hasta llegar a Guadalquivir. En todo caso, distintos nombres para una misma realidad. Las aguas del Guadalquivir han visto pasar casi todas las civilizaciones que determinaron el curso histórico de España y también el devenir de los pueblos que han habitado desde los albores de la civilización el territorio de la Bética romana.
Con sus 650 kilómetros de recorrido desde Cazorla (Jaén) a Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), el Guadalquivir es, probablemente, el principal eje vertebrador de Andalucía. De hecho, la cuenca del Guadalquivir es el único de los grandes elementos unitarios del territorio andaluz que comprende total o parcialmente tierras de las ocho provincias. El sentido articulador de ese gran río queda definido en el preámbulo del nuevo Estatuto de Autonomía.
Un total de 61 autores -expertos de esta cuenca en las más variadas disciplinas- se han agrupado en El río Guadalquivir, una obra ilustrada de 569 páginas que se convierte en compendio de referencia para el estudio del principal río andaluz.
Biólogos, geógrafos, historiadores, arqueólogos, periodistas, ingenieros, urbanistas y filósofos han participado en esta obra, que ha sido editada entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Junta. La edición corre a cargo de Javier Rubiales Torrejón. La obra se divide en cuatro capítulos: Paisaje y naturaleza, El tiempo-La historia, Actividades y ciudades y Arte y Literatura. Las páginas del libro recogen ilustraciones, fotografías, pinturas, grabados, mapas antiguos e imágenes rescatadas de fuentes documentales nacionales e internacionales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de septiembre de 2008