La noche en que batió con España el registro de goles de Zarra, con 21, David Villa se desprendió de sus botas doradas para regalárselas a un seguidor muy especial: el portero Casillas.
"Me las ha pedido Iker", respondió el punta del Valencia cuando le preguntaron dónde estaban las botas con las que acababa de golear dos veces a Armenia para totalizar 21 tantos en 38 partidos y situarse séptimo en la tabla de goleadores de España, empatado con Míchel, y ponerse a tiro de Julio Salinas (22), Di Stéfano (23), Butragueño (25), Morientes (27) y Hierro (29), pero lejos todavía de Raúl (44).
¿Puede alcanzar a Raúl? Tiempo, al menos, tiene. Cumplirá 27 años el 3 de diciembre, lleva dos y medio en la selección -desde el 9 de febrero de 2005, ante San Marino- y ha disputado 2.528 minutos con un promedio de un gol cada 120.
Raúl empezó mucho antes a vestir la roja, con 19 años, y tardó diez en marcar 44 goles en 102 partidos y 7.443 minutos. Estuvo en la selección desde 1996 hasta 2006, cuando Luis Aragonés prescindió de él. Su promedio es inferior al de Villa: un tanto cada 169 minutos.
"En los movimientos sobre la línea de la defensa, Villa es el mejor delantero del mundo", afirma Marcelino, actual técnico del Zaragoza y el que preparó al Guaje en el Sporting de Gijón cuando tenía 19 años; "yo siempre le inculcaba que debía ser nueve, ya que a él le gustaba ser segundo delantero. Pero tiene las mejores condiciones para ser el primero. Por sí solo, desborda la línea defensiva. No necesita tanto a los compañeros". ¿Ya se le veía en Mareo que iba a ser para tanto? "Sí, está confirmando lo que se veía, que iba a ser muy bueno. El carácter ya lo tenía. Y era fuerte, con pocas lesiones".
El tiempo, además, le ha dado "la madurez" que le faltaba; "la tranquilidad para definir, como en los dos goles que marcó a Armenia", concluye Marcelino.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 12 de septiembre de 2008