Los barcos atuneros españoles que faenan frente a las costas africanas del Índico se han resguardado en las islas Seychelles ante los peligros que entraña la pesca en la zona. El ataque del pasado fin de semana de un grupo de piratas a un navío francés y el intento de secuestro de otro español ha provocado que más de 50 barcos de cinco países huyeran ayer a Puerto Victoria. Los Gobiernos del País Vasco y Galicia reclamaron al Ejecutivo central más protección, y éste anunció su disposición a enviar medios navales y aéreos para proteger a la flota.
Según la Federación Española de Organizaciones Pesqueras, alrededor de 53 embarcaciones, 43 buques atuneros y 10 barcos auxiliares, fondearán en Puerto Victoria (algunos llegan hoy). De éstos, 16 son españoles, 17 franceses, uno italiano, y ocho de Seychelles y un panameño, controlados por intereses españoles.
El Gobierno está dispuesto a enviar medios para proteger la flota
Varios patronos confirmaron que la mayoría de los barcos españoles han dejado de faenar y expresaron su malestar con las autoridades. "Estamos a nuestra suerte, ya no es sólo peligroso navegar cerca de Somalia, ahora el riesgo está a más de 400 millas", explicaba Julen Elletxea, patrón del Albacora IV. "Tenemos una total sensación de inseguridad y desamparo, ya no hay zona segura", lamentaba desde su barco atracado en el puerto de las Seychelles.
Las fuentes consultadas no ponen fecha a la vuelta a la pesca. "Cuando el Gobierno dé respuesta a nuestros problemas", dice el portavoz de los armadores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de septiembre de 2008