Los Mossos d'Esquadra investigan la muerte de un hombre de 46 años y de su hija de seis, cuyos cadáveres aparecieron anteayer en el fondo de un barranco del santuario del Far, en Susqueda (Girona). La policía no descarta ninguna hipótesis y trata de averiguar si la caída, desde una altura de unos 100 metros, fue accidental o si se trata de un parricidio y de un suicidio posterior. Los hechos sucedieron hacia las 12.00 del domingo, después de que padre e hija acabaran de desayunar en el popular restaurante del santuario, un impresionante mirador situado a 1.200 metros de altitud.
El alcalde de Susqueda, Joan Mercader, dijo que el establecimiento estaba abarrotado, y numerosos testigos presenciaron el suceso. "Nos toca ser prudentes pero todo apunta a que el padre lanzó a la niña al vacío y después se tiró él", explicó. Según la encargada del restaurante, un grupo de motoristas presenció cómo el hombre lanzaba un "bulto" hacia el precipicio y a continuación se arrojaba él.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de septiembre de 2008