"Los políticos se esfuerzan en separar Madrid y Barcelona. En cambio, nosotros intentamos reforzar los lazos que nos unen". Lo afirmó Carles Duran, propietario de la galería Senda y presidente de Art Barcelona, ayer en la presentación de la temporada de exposiciones, que este año inauguran conjuntamente las dos principales asociaciones de galerías de arte contemporáneo de Madrid y Barcelona. Será el próximo jueves cuando 20 galerías barcelonesas y 36 madrileñas abrirán sus puertas de forma simultánea durante 12 horas ininterrumpidas, desde el mediodía hasta la medianoche. Se trata de llegar a diferentes públicos, algo para lo que han encargado un estudio para identificar los fallos que impiden su penetración social.
A pesar de la crisis económica que se cierne sobre el sector, la variedad de propuestas expositivas (www.artbarcelona.es) es un signo de su buena salud, por lo menos en lo que a creatividad se refiere. Prevalecen los jóvenes, aunque también hay artistas más que consolidados, como el fotógrafo Humberto Rivas en la galería Hartmann, Gordillo en ArtGrafic y José María Sicilia, que hace doblete exponiendo grabados -junto a Plensa y Croft- en la Galería Eude y pinturas en la Joan Prats.
Senda inaugura con una nueva versión de Muros de luz, la instalación que el fotógrafo vasco Aitor Ortiz presentó en el Guggenheim de Bilbao, y la escultura vuelve mezclada con la fotografía en los objetos de Isabel Flores (galería Alonso Vidal), junto a murales y vídeos en la de Peter Downsbrough (Àngels), y en las cajas de luz de José Noguero (MasArt). Estrenan con una colectiva Trama y Llucià Homs, con una muestra del comisario Frederic Montornés sobre el tema de la desaparición. La galería Oriol inaugura el mismo jueves una extraordinaria exhibición de Alberto Magnelli, cuya obra se expuso en 2004 en el Museo Picasso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de septiembre de 2008