La polifacética Sonia Kehler, de 73 años, inauguró en la tarde de ayer la decimonovena edición de la Mostra Internacional del Mim de Sueca. La cantante, actriz, directora y profesora impartió la clase magistral en la que dejó sentado su decisión por seguir los postulados del dramaturgo alemán Bertolt Brecht. "Brecht exigía a sus actores que salieran a la calle para conocer la realidad y llevarla a la escena como si de un espejo se tratara", explicaba Kehler, delgada, pequeña, gesticulando una y otra vez con las manos y con unos ojos que la delatan como si viviese una adolescencia eterna. De muy joven fue discípula de Brecht. Y lo lleva en la sangre.
Como cantante -la gran dama del cabaret berlinés es una de las marcas con la que la presentan- ha sabido conjugar la interpretación de autores de concepciones musicales distantes como Kart Weill, Hanns Eisler y Paul Dessau.
Kehler también ha participado en el montaje musical La intrusa, basado en un cuento de Jorge Luis Borges y que se estrenó en la noche de ayer. El texto es transformado utilizando los vehículos que el teatro, la danza, el canto y las imágenes posibilitan. De la fusión de Cienfuegos Danza, de Valencia, y la Ferroviària d'Arts Escèniques, d'Elx, nació un espectáculo en el que, según Kehler, "la bailarina que no cantaba, ahora canta; el actor que no bailaba, ahora baila; ha sido una experiencia muy agradable y constructiva". Paco Macià, de la Ferroviària, mostraba su sorpresa por "la versatilidad de Kehler; nos ha sorprendido con detalles simples en los que jamás hubiéramos pensado o aceptado; y nos pide que salgamos a la calle, observemos y lo apliquemos en la escena".
Esta edición del festival ofrecerá, hasta el próximo domingo, unas 50 representaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de septiembre de 2008