Sí, también en mi centro hemos comenzado esta semana con la Educación para la Ciudadanía en segundo de la ESO. Hoy mismo, en la primera clase, comentábamos una noticia del diario y examinábamos el significado de términos como "ocurrencia", "esperpento", "ridículo" o "grotesco". Se preguntaban, nos preguntábamos, sobre el porqué de todo este revuelo con la introducción de la nueva asignatura y la forma de regularla de la Conselleria d'Educació valenciana. La conversación fue derivando hacia el modo en que surgen y se aplican las leyes y, finalmente, se produjo un debate sobre los límites en el cumplimiento de la ley.
Se me pasó rápido la hora: es muy estimulante escuchar debatir a adolescentes sobre el concepto de justicia, derecho, libertad, responsabilidad (¡e irresponsabilidad!). Quizás funcionó bien la clase porque nos expresábamos con fluidez y naturalidad, en valenciano. De haberlo hecho en inglés (hoy no se presentó el profesor que debe "traducir") no habría resultado así. Quizás se trata de eso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de septiembre de 2008