Al ver el mapa de las fosas exhumadas de la Guerra Civil desde el 2000, un escalofrío recorre mi cuerpo y recuerdo el asombro que sentí este verano al leer el nombre de muchas calles en un pueblo de la provincia de Segovia llamado Cantalejo: calle 18 de Julio, Falange Española, General Queipo de Llano... y las tres vías principales llevan los nombres de General Mola, José Antonio y Onésimo Redondo.
Pensaba que estaba en otra época y en otro tiempo, pero es evidente que muchos se resisten a mirar hacia delante. Lamento también que haya comunidades autónomas que no inviertan un solo euro en recuperar nuestra historia.
Alguien debería tomar cartas en el asunto y hacer cumplir la Ley de Memoria Histórica aprobada en el Parlamento y en vigor desde el 27 de diciembre del año pasado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 22 de septiembre de 2008