El trabajador de 24 años J.M.T.C. falleció ayer en Bilbao al caer desde una altura de 20 metros. Era un especialista en aire acondicionado y estaba revisando los equipos de un bloque de viviendas y lonjas de la calle Pablo Alzola cuando, por causas que se desconocen, se precipitó al vacío y murió en el acto. Según informó el Departamento de Justicia, Empleo y Seguridad Social, el trabajador se encontraba sólo en la cubierta del edificio. El joven llevaba más de dos meses trabajando en la empresa Navas Climatización, era oficial de tercera y se dedicaba al mantenimiento de instalaciones de refrigeración.
La muerte de este trabajador eleva a 54 los fallecidos en Euskadi, según la contabilidad realizada a base de los preinformes de Osalan y que anota en su página web el sindicato UGT. En 2007 fueron 101 las personas que fallecieron en accidente laboral.
ELA atribuye los accidentes a la falta de medios de la Inspección
Se trata de la octava muerte en lo que va de año a consecuencia de una caída de altura, un siniestro fácilmente evitable con las denominadas líneas de vida, los cables que los responsables de las obras están obligados a colocar y a los que los operarios que trabajan en altura están obligados a sujetarse con un arnés. Además, se han producido otras cuatro muertes por caídas en el mismo nivel. Los dos sectores más afectados por esta causa son industria y construcción.
El nuevo accidente se produjo apenas unas horas después de que el Gobierno se reuniera con los sindicatos UGT y CC OO y con la patronal Confebask para intentar buscar nuevas fórmulas que permitan reducir la siniestralidad en Euskadi. Una de las medidas que el Gobierno va a estudiar es la del Agente de Prevención, una especie de delegado de seguridad pactado entre los sindicatos y la patronal que se encargaría de visitar las obras para hacer informes de evaluación de los riesgos.
ELA y LAB no acudieron a la cita. Poco después de conocerse el accidente, el sindicato mayoritario ELA hizo pública una nota en la que atribuyó a la "falta de medios humanos y materiales, y a la falta de controles e inspecciones" el hecho de que se sigan produciendo accidentes como el del joven.
Para ELA, son las medidas coercitivas sobre las empresas las que ayudarían a frenar la siniestralidad laboral, y no las reuniones como la que congregó en torno a una mesa al Gobierno, Confebask, UGT y CC OO. "Este tipo de reuniones no sirven para nada", criticó el sindicato nacionalista en una nota.
ELA, tradicionalmente reacia a la concertación, los resultados de la cita confirma "que el Gobierno vasco no toma ninguna medida que vaya encaminada a reducir la siniestralidad". A su juicio, "es evidente" que Empleo no tiene ningún interés en adoptar medidas que obliguen a las empresas a cumplir la normativa en seguridad y salud laboral. "Sólo aparentan que están preocupados".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de septiembre de 2008