Dos derrotas seguidas en las tres primeras jornadas, despistan y pueden poner nervioso a más de uno. La afición del Nuevo Colombino se preguntaba si el Recreativo habría reaccionado al varapalo que se llevó frente al Atlético. El Decano lo intentó, con un gol de Guerrero a pase de Poli, en la segunda mitad. Un tanto que cinco minutos después se vio devuelto por el de David López.
El Recre salió al campo voluntarioso, atacando y buscando los huecos del contrario, que eran pocos, por la defensa bien armada por Caparrós, muy segura en la primera mitad. Los onubenses no se echaron atrás y durante todo el partido, empujados por un Sisi revolucionado en los 45 primeros minutos y con mucho oficio en la segunda parte, intentaban parir siempre jugadas de ataque verticales y decididas. Pero ocasiones como los centros peligrosos desde la banda izquierda, como uno aparentemente letal de Marco Ruben a Guerrero en la segunda mitad, no encontraban definición. La entrada de Colunga trató de afianzar el espíritu ofensivo en un la segunda parte. El delantero lo intentó hasta el último minuto, en un campo que se había estirado como un chicle, multiplicando las llegadas del Decano.
RECREATIVO 1 - ATHLETIC 1
Recreativo: Riesgo; Oliveira, Morris, Arzo, Poli; Camuñas, J. Fuego (Colunga, m. 66), J. Vázquez, Sisi (Akale, m. 80); M. Rubén (Barber, m. 74) y J. Guerrero. No utilizados: Roberto; Lamas, Casado y Aitor.
Athletic: Iraizoz; Iraola, A. Ocio, Amorebieta, Balenziaga; Susaeta, J. Martínez (Etxeberria, m. 72), Gurpegui (Orbaiz, m.46), D. López; Llorente y Vélez (Yeste, m. 53). No utilizados: Armando; Ustaritz, Gabilondo y Del Olmo.
Goles: 1-0. M. 72. Javi Guerrero, a pase de Adrián. 1-1. M. 76. Remate de D. López.
Árbitro: Turienzo Alvárez. Amonestó a Balenziaga, A. Ocio, J. Fuego, Poli y J. Martínez.
18.500 espectadores en el Nuevo Colombino.
Pero a cada ataque del Recre, el Athletic respondía. Los once de Bilbao rebotaban contras que alarmaban al Colombino, así como jugadas rápidas e inteligentes como la del gol de López, que disparó una pelota envenenada, nacida casi como un centro y que se convirtió en un gol que Riesgo no pudo atajar. Y es que la defensa del Recre se presentó siempre más maleable e insegura, especialmente César Arzo, incapaz de impedir que delanteros como Llorente o Ion Vélez pusiesen en peligro la portería, incluso con lanzamientos desde lejos. Y los errores, finalmente, se pagaron.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de septiembre de 2008