La contraofensiva del presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, al anuncio del Gobierno de reformar el aborto e introducir una ley de plazos va tomando cuerpo. La batería de medidas "en favor de la maternidad" a la que aludió el martes Camps incluirá la posibilidad de que familias voluntarias tutelen a mujeres embarazadas sin recursos para que no aborten. La idea es que la gestante "esté en su casa, viva como una hija más y dé a luz", como explicó ayer el vicepresidente social del Consell, Juan Cotino, que comparó esta iniciativa con los servicios que presta la Casa Cuna Santa Isabel en Valencia.
A esta opción se acogerán tanto mujeres que quieran hacerse cargo del bebé (en cuyo caso se ofrecerán ayudas sociolaborales, educativas y económicas) como quienes lo cedan en adopción. Cotino indicó que ya hay familias que se han dirigido al Consell "a través de asociaciones" para ofrecerse a alojarlas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de septiembre de 2008