La Diputación de Vizcaya invertirá cerca de 138 millones de euros durante los próximos cuatro años para potenciar la atención social, desde los mayores y discapacitados hasta las personas en situación de exclusión social o quienes hayan sufrido agresiones sexuales. El Plan Estratégico de Acción Social 2008-2011, presentado ayer, tiene como principales novedades la creación de un centro de atención para afectados por el virus del sida (VIH) o la oferta de 25 nuevas plazas cada año en centros ocupacionales para discapacitados. "Sabemos que este programa es ambicioso y probablemente sea difícil ejecutar al 100%", reconoció el diputado de Acción Social, Juan María Aburto, quien garantizó en su comparecencia en las Juntas Generales que el gasto social se mantendrá pese a la crisis económica.
El documento, elaborado tras 17 reuniones con personal de la Diputación, servicios sociales municipales y otras redes que trabajan en materia social, incluye la puesta en funcionamiento de manera inminente de un Observatorio de Personas Mayores, en colaboración con las universidades del País Vasco y de Deusto, la creación de centros para menores con problemas de violencia, socialización o toxicomanías y la descentralización del servicio de apoyo psicológico a mujeres maltratadas.
Aburto anunció una nueva unidad de atención al público y una centralita de número único para facilitar los requerimientos de los ciudadanos a los servicios sociales forales, que resultan a veces "un pequeño galimatías", admitió. Sobre la ley de Dependencia, manifestó que, tras el colapso de los primeros meses desde su entrada en vigor, la situación se ha normalizado y que ahora se da "una salida masiva a las solicitudes atrasadas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de septiembre de 2008