Cuatro mossos d'esquadra se sentaron ayer en el banquillo de la Audiencia de Barcelona por la muerte de un hombre horas después de que le inmovilizaran colocándole un colchón en la cabeza para esposarle y atarle los pies. La fiscalía no acusa y considera que los agentes no pretendieron otra cosa que evitar que se lesionara, pero la familia entiende que se produjo un homicidio imprudente y reclama tres años de cárcel para cada policía.
Del mismo modo, la familia reclama que la Generalitat les abone una indemnización de 200.000 euros y también acusa a un sanitario que acudió al lugar de los hechos y suministró un tranquilizante al enfermo.
Los hechos sucedieron la tarde del 20 de septiembre de 2003 en Cercs (Berguedà), cuando la familia telefoneó a un médico porque el hombre había empezado a hablar sin ningún sentido de la existencia de brujas. En realidad se trataba de un brote psicótico y el médico que le atendió aconsejó el tranquilizante, pasadas las 18 horas. El fiscal asegura que el estado de alteración que presentaba obligó a los mossos a actuar de esa manera, pero precisa que no hicieron otra cosa que aplicar los protocolos médicos y policiales establecidos.
Los familiares no opinan lo mismo y ayer declararon en el juicio que cuando llegó la policía autonómica el hombre estaba tranquilo, pero que después de esa actuación quedó inconsciente. El fiscal lo define como "estado cianótico", caractizado por el color azulado de la piel a causa de la falta de oxígeno en la corriente o el flujo sanguíneo. Con todo, el enfermo fue reanimado y trasladado a un centro sanitario, donde falleció al cabo de unas horas.
Los forenses explicaron al tribunal que no existe ningún indicio externo ni interno de que se produjera una asfixia y que la muerte se debió a un fallo multiorgánico por causas naturales.
El abogado de la familia mostró en la sala de vistas su malestar con la presidenta del tribunal, Ana Ingelmo, que le interrumpió el interrogatorio de los testigos e incluso llegó a espetarle: "Señor letrado, aquí lo único importante es saber la causa de la muerte".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 1 de octubre de 2008