No había denuncias por malos tratos. Tampoco se habían escuchado nunca peleas ni discusiones en el tercer piso del número 334 de la calle de Arturo Soria. Sin embargo, en la madrugada de ayer, José Manuel Pérez, de 46 años, agredió a su esposa, P. V. C., de 48, con un bate de béisbol en la cara. Después salió de la vivienda, subió por las escaleras hasta el octavo piso y se lanzó por la ventana hacia un patio interior. Murió en el acto. Ella fue atendida por el Summa e ingresó con heridas leves en el hospital Ramón y Cajal. Posteriormente le dijo a la policía que desconocía los motivos de la agresión.
"Escuché sólo el impacto del cuerpo contra el suelo, eso fue todo. No había oído gritos, ni golpes", explicó Javier, vecino de la segunda planta. Como el resto de los residentes, jamás habían visto ningún gesto agresivo entre ellos.
La pareja vivía desde hacía 20 años en el piso de Arturo Soria. Según los vecinos, eran una familia a la que se podía ver habitualmente paseando con su perro por el barrio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 2 de octubre de 2008