La amenaza no fue con saña, pero quedó en el aire. El vicepresidente regional, Ignacio González, devolvió ayer el órdago que dos semanas antes le había lanzado el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, a cuenta de la privatización del Canal de Isabel II.
Si entra capital privado, dijo entonces el regidor, el Ayuntamiento estará obligado a romper el convenio y sacar a concurso la gestión del alcantarillado. La respuesta de González de ayer fue muy clara: "La red por la que pasa el agua es del Canal de Isabel II. Si rompe el convenio, tendrá que pagar un canon".
La bronca, además de ser política por el enfrentamiento entre los dos sectores del PP afines a Gallardón y a Esperanza Aguirre, tiene también tintes económicos. De lo que ha dicho hasta ahora Gallardón ha quedado en evidencia que su intención de romper el convenio -tiene una cláusula que le permite hacerlo en caso de que entre capital privado en el Canal- se justifica en el endeudamiento municipal. Si rompe el convenio y saca a concurso la gestión del alcantarillado podrá ganar más de los 930 millones que le dio el Canal.
No es que su postura la justifique su oposición a privatizar el Canal, sino que quiere que le beneficie en la parte que le toca. A poder ser con la entrada de una empresa privada similar a Aguas de Barcelona, que gestiona el agua en la capital catalana.
González reconoció tras la rueda de prensa que el canon podrá fijarlo a su conveniencia en una negociación. "¿Quién va a pagar la ruptura del convenio? ¿El Ayuntamiento con sus presupuestos o lo va a repercutir en la factura?", planteó. "Y todo para que venga una empresa privada al 100%".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 3 de octubre de 2008