Los distribuidores de marcas de automóviles vienen padeciendo, según se publica, un alarmante descenso en las ventas de los mismos.
Desde estas líneas les animo a solicitar de los fabricantes de esas marcas que venden, todas ellas grandes multinacionales, que financien la venta de su producto a los compradores, cuya garantía de pago es el propio vehículo; pues de producirse impago de cualquier plazo, el vehículo lo recuperaría el distribuidor, incorporándolo al mercado de segunda mano previa rebaja de los plazos pagados por el primer comprador.
Este sistema podría instaurarse en multitud de productos de consumo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de octubre de 2008