Según un estudio, de entre los muchos que así lo confirman, realizado por la Facultad de Economia IQS (Institut Quimic de Sarrià), la economía mundial registrará un crecimiento negativo a partir de 2010 debido, entre otras causas, a los síntomas de agotamiento en la producción de petróleo. España como importador neto y dependiente externa y totalmente de esta fuente de energía sufrirá más esta recesión.
En un periodo de altas tasas de desempleo y de una controvertida y escasa financiación autonómica parece que cualquier proyecto empresarial sería bienvenido. Sin embargo, si este proyecto supone depender plenamente de fuentes y factores económicos exteriores, con un más que problable endedudamiento privado, una elevación de los impuestos en la región y sobre todo eliminar o perjudicar a gran parte de la clase empresarial que Extremadura ha conseguido tener a través de mucho esfuerzo, este proyecto, digo, parece más ser el producto de la impertinencia que de la inteligencia. La tendencia y esfuerzos globales, así como las recomendaciones de los expertos, apuntan hacia las energías renovables como única solución a un futuro que puede estar plagado de crisis energéticas.
En el asiento trasero de un Fiat, otros a los que no les gustan los aviones, los barcos, ni el AVE "porque va muy rápido" (Expansión, 2008) quieren, sin embargo, una refinería porque a veces no encuentran gasolineras en la región (EL PAÍS, 2008).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 6 de octubre de 2008