El sindicato Xóvenes Agricultores se felicitó ayer por el aplazamiento de la nueva Lei de Drogas que endurece las restricciones a la venta y publicidad de bebidas alcohólicas. La Consellería de Sanidade ha decidido posponer la aprobación de la norma hasta después de las elecciones a petición del PSdeG y tras las protestas del sector del vino. Los viticultores rechazan las limitaciones que se pretenden imponer a la promoción de sus productos, una postura a la que se une también el Consello Regulador das Denominacións Xeográficas das Augardentes e Licores Tradicionais de Galicia.
Esta última entidad argumenta que sus destilados "no pueden ser comparados con las drogas" porque tienen "carácter tradicional", son "productos de calidad" y están "vinculados al medio rural". El sector del aguardiente aboga por una "autorregulación de la publicidad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 8 de octubre de 2008