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La plantilla del Colegio de Arquitectos de Cataluña se reduce el 30%

El Colegio de Arquitectos de Cataluña (COAC) adelgaza su plantilla de 310 trabajadores el 30%, un recorte que se realiza mediante bajas incentivadas y prejubilaciones, y que en buena medida es un efecto colateral de la crisis del mercado inmobiliario.

Buena parte de los ingresos de esa institución colegial se derivan de los visados de obras que realizan los profesionales, y los visados no han dejado de caer, tanto los de bloques de pisos como los viviendas adosadas o aisladas. Hasta tal punto es así que los visados de toda Cataluña en el primer semestre de 2008 cayeron el 71% respecto al mismo periodo de 2007: 14.300 frente a 50.500; una cifra, la del primer semestre de 2008, que se aproxima a la de los visados de 1993.

El descenso se produce en las cinco demarcaciones colegiales de toda Cataluña, pero de forma más acusada en Barcelona, donde se proyectaron 7.572, cifra que representa casi el 71% del mismo periodo de 2007. Ésas eran las cifras del informe del primer semestre que realiza el COAC. "Y por el ritmo de visados de este segundo semestre, el panorama no mejorará, sino que igual va a peor", explicaban fuentes del COAC.

Rehabilitación

Con todo, la situación no es tan negativa si el referente es la rehabilitación. Por lo menos, en cuanto a la bajada del número de visados, que es sensiblemente inferior, el 51%, frente al 71% de la obra nueva. La intervención en rehabilitación o ampliación de viviendas irá en aumento, previsiblemente, en los próximos años.

De hecho, la estrategia actual de la orientación de los arquitectos -cerca de 10.000 colegiados en toda Cataluña- consiste en orientar parte de los servicios que proporcionan hacia la rehabilitación: desde la asesoría jurídica y técnica a cursos de formación y especialización.

La otra salida profesional que se quiere desarrollar ante la crisis del mercado inmobiliario general es la vivenda de protección, siempre que la Administración catalana impulse los miles de viviendas sociales que se comprometió a construir hace justo un año, con la firma del Pacto por la Vivienda, que ahora también ha entrado en crisis.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de octubre de 2008