La crisis política se agudizó ayer en Ucrania, después de que el presidente, Víctor Yúshenko, decidiera disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones anticipadas. La medida fue tomada después de que la primera ministra, Yulia Timoshenko, su ex aliada en la revolución naranja que lo llevó al poder, no lograra formar una nueva coalición gubernamental.
La que existía entre el partido de ésta y el de Yúshenko se rompió hace un mes después de que los diputados votaran nuevas leyes que mermaban el poder del jefe del Estado en favor del Gobierno y del Legislativo. Ni siquiera la revocación de esas leyes, aprobada hace una semana, logró salvar a la actual Cámara.
Timoshenko fue la elegida para encabezar el Gobierno después del triunfo de la revolución naranja, pero más tarde Yúshenko la destituyó y puso al frente del consejo de ministros a Víctor Yanukóvich, su principal rival en las elecciones presidenciales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 9 de octubre de 2008