La Policía detuvo ayer a un inspector de consumo del Ayuntamiento de Marbella por pedir dinero a los dueños de los establecimientos que revisaba a cambio de favores. Por este mismo caso fueron detenidas otras dos personas, ajenas al Consistorio, acusadas de falsificación de documentos.
El empleado municipal se encargaba de revisar las listas de precios y las hojas de reclamaciones. Sobre las 15.00, agentes de la Policía Nacional y Policía Local registraron su despacho en la delegación de Industria. El detenido fue trasladado hasta la sede municipal, donde aguardó la revisión de su mesa y los expedientes.
El inspector, de iniciales M.G., estaba vinculado a los equipos de gobierno del Grupo Independiente Liberal (GIL). Trabajaba como personal laboral del Ayuntamiento y había sido contratado a través de la Gerencia de Obras, sociedad utilizada por el GIL para hacer contrataciones indiscriminadas. Los tres serán puestos a disposición del juez Óscar Pérez, titular del juzgado número 5 de Marbella, en los próximos días. La operación sigue abierta.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de octubre de 2008