Crisis financiera mundial
| La respuesta europea
Bajo la batuta del primer ministro británico Gordon Brown, Europa dio ayer un paso decisivo para establecer una estrategia común para salvar su sistema financiero. Los primeros ministros y presidentes del Eurogrupo, los 15 países que integran la zona euro, acordaron tomar las medidas comunes necesarias para "asegurar la liquidez de las instituciones financieras".
La City espera hoy con ansiedad la apertura de las cotizaciones tras la catástrofe vivida la semana pasada. Cuando a las ocho de la mañana haya abierto el mercado londinense, al alimón con los del resto del continente, se debería saber ya el resultado de las frenéticas discusiones mantenidas durante el fin de semana.
El vicepresidente Pedro Solbes insistió ayer en Washington en que los bancos y cajas españoles son "solventes" y en que "no tienen necesidad de recapitalización". Fuentes del sector ratifican este diagnóstico al asegurar que la banca española no necesita "ni de lejos" un plan de capitalización.
Hace un mes que el gigante financiero estadounidense Lehman Brothers, una de las entidades con más solera de Wall Street, anunció que necesitaba ayuda urgente para evitar una quiebra que resultó inevitable.
La respuesta de las economías en desarrollo
Las grandes economías emergentes aprovecharon la reunión del G-20, el foro que comparten con los países más ricos, para exigirles cuentas por un descalabro financiero que se larvó en los mercados occidentales y amenaza ahora con zancadillear su desarrollo.
El efecto en la economía real
ARIADNA TRILLAS / AMANDA MARS | Barcelona
Los inversores españoles afectados por la bancarrota de Lehman se movilizan
Guerra de denuncias entre los operadores españoles. Primero fue Vodafone contra Movistar. Luego, France Télécom contra Telefónica. Ahora le toca el turno a la empresa que preside César Alierta. Telefónica se ha personado como parte interesada en el expediente que la Comisión Europea (CE) tiene abierto contra Francia y la empresa de telecomunicaciones.
El Banco Santander estaba a última hora de ayer cerrando las conversaciones para hacerse con el control total del Sovereign, según The Wall Street Journal. La entidad que preside Emilio Botín ya tiene el 24,9% del banco estadounidense.