Marcha atrás en la política de subcontratación que Endesa practica en las nucleares catalanas desde 1998, cuando la eléctrica fue privatizada. La empresa ultima un plan para contratar a 300 empleados en cinco años y reducir así su dependencia del personal externo. La medida se concretará "en los próximos meses", detalló ayer la Asociación Nuclear Ascó-Vandellòs (ANAV), consorcio formado por Endesa e Iberdrola que gestiona las tres plantas atómicas catalanas.
La eléctrica asume que la cascada de averías protagonizada por las nucleares de Ascó y Vandellòs se debe a la abultada externalización de servicios que han sufrido ambas centrales. El personal subcontratado de la ANAV roza ahora el 60% mientras en 1998 no alcanzaba el 40%.
Endesa desechará esa vieja política de ahorro para recuperar el terreno perdido. Queda trecho por recorrer porque la subcontratación ha alcanzado actividades sensibles dentro de las nucleares. Tareas de supervisión, mantenimiento y calidad, entre otras, recaen en personal ajeno a la ANAV.
La ola de externalizaciones se multiplicó con la fusión de las nucleares de Ascó y Vandellòs en 2000. La gestión conjunta permitió a la eléctrica prescindir de 200 trabajadores y ahorrarse seis millones de euros al año. "Por fin han visto que lo barato sale caro", señalaron los sindicatos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de octubre de 2008