Los andenes de la estación de trenes de Passeig de Gràcia, en Barcelona, dejarán de ser de alto riesgo para los usuarios que intenten salvar la distancia entre el suelo y los trenes. El ADIF (empresa propietaria de las estaciones) tenía previsto iniciar anoche, una vez terminado el servicio ferroviario, las obras de recrecida de parte de los andenes en hasta 68 centímetros. Se trata de una actuación provisional, hasta que se acometa la reforma completa de la estación, que debe incluir también una mejora de los accesos. Las obras se harán en horario nocturno para no afectar al servicio de trenes y durarán un mes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de octubre de 2008