Pese a los graves problemas por los que atraviesan las entidades financieras de todo el mundo, la banca española aumenta sus beneficios hasta el tercer trimestre un 3% en relación con el mismo periodo del año anterior. Estamos hablando de unos 22.500 millones de euros.
Estos fabulosos beneficios se dedicarán en parte (¿un 50%?) a repartir dividendos entre sus accionistas, en tanto que el Gobierno se ve forzado a comprar activos (¿de alta calidad?) con dinero público por valor de 50.000 millones de euros para que la banca española pueda hacer frente a sus compromisos inmediatos de liquidez. Medida que nuestras autoridades financieras juzgan necesaria ante la grave crisis que padece el sector.
Vale, pero ¿no sería necesario también que la banca y sus accionistas se aprieten el cinturón de las ganancias? Algo tendrán que hacer los bancos, ¿no.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 15 de octubre de 2008