Con los plazos de los trámites parlamentarios, es difícil que las Cortes puedan tomar muchas decisiones sobre la crisis económica. Pero, al menos, pueden estudiarla y sacar conclusiones. Eso pretende hacer el Senado, que ayer se puso de acuerdo, a propuesta de CiU, para crear un grupo de trabajo que recopile toda la información disponible sobre la evolución de la crisis. Los trabajos se harán con el formato de ponencia (un grupo reducido de senadores y a puerta cerrada) y se aspira a contar con la colaboración de la élite económica y financiera.
El PP ha exigido reiteradamente que se forme una comisión de seguimiento de la crisis y del efecto de las medidas del Gobierno. La iniciativa del Senado aparece desvinculada de lo que pide el PP. La ponencia se dará un plazo de un año para realizar los trabajos y emitir un informe con recomendaciones. No tiene la ambición de influir en el día a día de la política económica. El texto aprobado propone modestamente "abrir un proceso de reflexión". El informe final deberá valorar el efecto de todas las medidas que se tomen a escala nacional o internacional, y los pasos dados para cambiar el modelo económico en España.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de octubre de 2008