La fiscalía de la Audiencia Nacional ha solicitado que se cite al etarra Iñaki de Juana Chaos para declarar en calidad de imputado por un delito de enaltecimiento del terrorismo en las direcciones que figuran en la causa, incluida la firma de abogados de Belfast (Irlanda del Norte) que se puso en contacto con Interpol, en Londres (Reino Unido) para comunicar que actuaban en su representación.
La petición es un paso previo antes de solicitar una orden europea de detención o una orden internacional de busca y captura con fines de extradición.
El juez Eloy Velasco ha tratado de notificar a De Juana que en su juzgado hay un procedimiento por el acto de homenaje y bienvenida celebrado en una herriko taberna de la calle Juan de Bilbao, de San Sebastián, el día 2 de agosto de este año cuando fue puesto en libertad. Unos 300 simpatizantes, convocados por la ilegalizada Askatasuna, participaron en un acto de bienvenida al ex jefe del comando Madrid de ETA. Los medios de comunicación, salvo los afines a la izquierda abertzale, fueron expulsados de las inmediaciones de la calle Juan de Bilbao, para que no pudieran narrar lo que ocurría. Durante el acto, y según publicó el diario Gara el 3 de agosto, una mujer leyó una carta atribuida a De Juana, en la que éste agradecía las muestras de apoyo recibidas, recordaba a los compañeros presos y animaba a los 27 imputados en el proceso de Gestoras pro Amnistía que habían sido juzgados en la Audiencia Nacional y estaban pendientes de sentencia.
Como colofón, en la carta, De Juana señalaba que sólo quería recordar las palabras "Aurrera bolie" (adelante con la pelota) que solía decir "un gran hombre" amigo del pueblo vasco. La frase solía ser utilizada por el que fue jefe de ETA Txomin Iturbe para concluir sus escritos en nombre de la organización terrorista. Precisamente por ello, la asociación Dignidad y Justicia y la fiscalía consideran que la carta puede ser constitutiva de un delito de enaltecimiento del terrorismo, del que De Juana sería responsable.
Sin embargo, en la causa no existe físicamente la carta que se atribuye a De Juana, porque nadie la ha aportado, ni nadie ha podido identificar por el momento a la persona que la leyó, por lo que es muy difícil que con esas carencias el proceso pueda llegar a juicio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de octubre de 2008