Un día después de su último debate, Barack Obama y John McCain compartieron mesa y micrófono para intercambiar chistes en lugar de ataques durante una cena en Nueva York para recaudar fondos con destino a organizaciones benéficas católicas. Los candidatos a la presidencia se estrechan la mano en presencia del cardenal arzobispo de Nueva York, Edward Egan.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 18 de octubre de 2008